Publicidad

El Copo. Jaleando a la violencia


Uno, Puigdemont, salió que se las piraba camino de Bélgica después que los suyos le llamasen traidor y vive en un pequeño palacio a cuerpo de rey. Otro, Torra, permanece en un castillo de contradicciones jaleando a las CUP y los Comité de Defensa de la “República Catalana” para que no se rindan ante la opresora nación española.

                Quim, Joaquín, juega a mentir al tiempo que destila odio a espuertas contra todo lo que huele a español; sin embargo, y aunque cueste creerlo, por Granada existen ciudadanos andaluces que se manifiestan a favor de la mentira y la locura colectiva vociferando por las calles que están a favor de la segregación catalana; no sé si los citados son acólitos del nuevo movimiento independentista podemita de Teresa, la novia de Kichi, alcalde de Cádiz.

                Pablo Iglesias al igual que Ada Colau juegan a ser caracol, o sea ni carne ni pescado, y nadie sabe si son secesionistas catalanes o creadores de una nueva patria española, mientras se definen ayudando a Sánchez, presidente del gobierno de España, mediante el abrazo alargado a los hombres y mujeres de Esquerra Republicana, los del 3% y los Bildu, nietos del personal etarra; pero sepan que el “doctor NO” siempre tendrá la posibilidad de prorrogar los Presupuestos de “Emepuntorajoy”.

                En el fondo la mayoría de esos colectivos desean el advenimiento, sí o sí, de la III República Española por el método que sea, para entrenarse en conseguir ese deseo, Iglesias está intentando que se celebre un referéndum nacional para que el pueblo español se defina sobre si desea o no suprimir las corridas de toros y el rabo de ellos.

                ¡Viva la madre que nos parió!

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.