Si negamos a los nuestros -aquellos que forman ese círculo familiar donde nos movemos sin miedo a un navajazo traicionero- un pedazo de pan para dárselo a un extraño o extraña estaremos rompiendo los más elementales principios de la ancestral tradición española, europea y universal.
Los envidiosillos que pululan a nuestro alrededor nos machacarían con sus ruines comentarios -nos machacan por menos- si otorgáramos a otros aquello que en realidad nos pertenece por vínculos más o menos sagrados. Y esto que comento está sucediendo en estos días de forma vil y ruin con algún que otro casillo que está acaeciendo por los páramos de este cruel agosto donde la goma de la suela de nuestros zapatos queda incrustada en el ardiente asfalto.
El ilustre secretario de Coordinación Territorial del PSOE, Santos Cerdán, ha puesto en valor este jueves el currículum de Begoña Gómez para defender que es "merecedora" del puesto en IE University, propiedad del Instituto de Empresa, como directora del recién creado IE África Center y que por tanto es mala cosa, pecado mortal según la Santa Madre Iglesia, ejercitar la envidia por el solo hecho que la tal Begoña sea la esposa, casada como Dios manda, de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de la santa España, y que este buen hombre haya podido influir en tal fichaje.
Y esto está ocurriendo en demasía, por ello ha salido uno de los hombres de confianza de Sánchez, me refiero al tal Cerdán para dejar las cosas claras e invitando a la sumisa españolada a que compare el currículum de otras personas con el de la esposa del “presi”, y no es que el señor Cerdán sea un baboso pelota de chichinabo sino un hombre fiel y leal a su jefe de filas, joder.
Silencio.
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