Los afiliados del Partido Popular, aunque por estrecho margen, han otorgado la victoria en la primera vuelta de sus primarias a Soraya Sáenz de Santamaría, seguida muy de cerca por Pablo Casado y a buena distancia de Mª Dolores de Cospedal, en el frontispicio del infinito se encuentran García Margallo y el conocido por Joserra.
Siguiendo la política que el PP mantiene con el PSOE, en caso de ser responsable, casi podría dar por hecho que Soraya debe ser la futura Presidenta de los populares por ser la líder de la lista más votada, pero una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo; Pedro Sánchez es presidente del Gobierno legítima y legalmente por un procedimiento, la moción de censura, establecido en la Constitución guste o no. Otro tanto puede decirse de las normas que el PP se ha dado, en uso de su libertad el PP, para que ahora los compromisarios, o sea, el “aparato” del partido pueda quitar la voz, o no, a los afiliados. Ello invalida de por vida al PP de las críticas con las que, una y otra vez, “sacude” al PSOE por su forma de conseguir el gobierno de la nación.
Todo parece indicar, por las primeras manifestaciones de los contendientes populares, que los perdedores en el proceso de primarias, impulsados por la fobia de Margallo a Soraya, por la inquina de Cospedal a la ex vicepresidenta del Gobierno y por la lógica ambición política de Pablo Casado que el citado trío, encarnación máxima de lo que se conoce por “aparato”, va a hacer todo lo posible para que SSS muerda el polvo de la derrota en la próxima quincena.
Tal vez la cordura atraque en el puerto de los perdedores, pero tal palabra -cordura- no forma parte del diccionario político, por lo que podemos estar a punto de ver como el afilar de “cuchillos” y la “puñalada” trapera -acciones que si son corrientes en política- puedan visualizarse durante los próximos quince días.
Ya veremos.
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