Andan por ahí Soraya, Cospedal, Casado, García Margallo, Joserra y otro “pepero” más buscando la forma de convencer a los militantes del Partido Popular, que estén al corriente del pago de sus afiliaciones, para que les voten a fin que el descabezado centro-derecha o derecha a secas tenga una cabeza pensante que aúpe a uno de ellos o ellas a la cúspide del colectivo que comandara aquel que presumía que “la calle era suya” o bien el que pertrechado en un sillón osó poner sus botas en una mesa del omnipotente Bush o el registrador que tomó las de Villadiego camino de Santa Pola.
Mañana, si no pasa nada extraño -todo es posible en nuestra querida España- unos miles de afiliados decidirán -creen ellos y ellas- quién tomará el mando en plaza para detener la sangría de votos que se esparce por los campos de regadío de Ciudadanos, Partido “Socialista Obrero” Español o en la árida tierra de nadie, la abstención.
Parecer ser, según expertos, que el dúo que se medirá ante los compromisarios, conjunto de hombres y mujeres que se mueven con cierta soltura por el aparato “popular”, saldrá del trío conformado por la “vice”, la “poderosa secretaria” y el impetuoso joven Casado, pero veterano militante que rinde homenaje a Fraga, Aznar y Rajoy, o sea: que abarca todos los palos del varillaje de aquellos que ostentaron el poder supremo.
Como buen jugador que era un servidor, ya ni eso, me agrada hacer una porra sobre el resultado que mañana sabremos a la hora en que la luna tiende a desaparecer; y por ello invito a mis queridos lectores a que se sumen al arriesgado juego de cometer el gran error de la equivocación. Aparcando a Joserra, me alegraría que el más enterado ni se coscara -me refiero a “viejale” de Margallo- por manipulador; del trío restante estimo que Soraya y Pablo podrían ser los vencedores.
Ya me he mojado; por favor, participen en el acertijo.
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