Las cosas de nuestro país se van a arreglar entre PSOE y Podemos, partidos políticos a los que se les atribuye un pacto tácito y funcional entre sus máximos dirigentes, a saber, Pedro y Pablo.
Ya hablaremos un día de estos de Franco y la exhumación de su osamenta, de la funesta transición política de 1978, del franquismo, del Valle de los Caídos y de la nueva ley de Memoria Histórica presentada por Izquierda Unida, etc., pues todos estos temas dan para tenernos entretenidos y no caer en la cuenta de hechos trascendentales para nuestros bolsillos como es el subidón de impuestos que está a la vuelta de la esquina; confiemos, al menos, en que estas dos criaturas, P y P, no consigan estropear del todo aquella puñetera transición que nos dimos.
De momento, y es una bendita paradoja, los Presupuestos Generales de Montoro ha sido definitivamente aprobados por el Congreso y ello nos comporta un cierto alivio ya que se les otorga a Pablo y Pedro el poder prorrogarlos para el próximo año y no tener que perder el tiempo en estar haciendo sumas, restas, multiplicaciones y funestas divisiones para cuadrar las futuras cuentas.
A ellos, a los integrantes de la doble P -no confundir con PP-, me refiero a Pedro y Pablo, les agrada bastante más dedicarse a estudiar la mejor de las maneras para tenernos el máximo de entretenidos con la visión de una RTVE, la “tele” y la “radio”, en condiciones de máxima neutralidad. A tal fin, Sánchez ha aceptado la propuesta de Iglesias para que el periodista Andrés Gil sea el nuevo presidente de la caja “tonta”, nuevo patriarcado.
El lío lo tenemos en que para conseguir tal fin son necesarios en primera vuelta los 2/3 de los votos de la Cámara Baja, algo imposible para la “doble P”, en caso de no conseguir esa multitud de votos se haría necesaria una segunda vuelta que obtenga la mayoría absoluta, ya saben, el fatídico número 176 que acabó con Rajoy en Santa Pola; pero he aquí, queridos amigos y amigas, que ha salido el vampiro PNV y ha puesto la mano, ya saben, ya veremos, ya les seguiré contando.
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