Casualidad o no lo cierto es que a las veinticuatro horas de haberse aprobado los Presupuestos Generales en el Congreso, emergió la famosa sentencia de la Audiencia Nacional que, aunque recurrida ante el Tribunal Supremo, ha dado pie a que pasadas otras veinticuatro horas el grupo parlamentario del PSOE inscribiera en el registro del Congreso la tramitación de una moción de censura para hacerse con la pieza más codiciada por la gran mayoría del espectro político, a saber: “Mpuntorajoy”.Y es que veinticuatro horas en política es un siglo… y cuarenta y ocho horas un milenio.
Si Pedro Sánchez no consigue sumar a C’s a dicha moción para gobernar al menos durante un año los destinos de esta insufrible España, tendrá que contar el señor del “no es no” con todas las fuerzas de corte nacionalista, independentista y golpista o por segunda o tercera vez se enfrentará al mayor de los ridículos de la historia política contemporánea de este país.
Si estamos de acuerdo en que veinticuatro horas es un siglo en política, Sánchez goza de tiempo más que sobrado para alimentar “el vuelo de las rapaces”, una vez desollado el punto fuerte: Rajoy. Bildu que va a lo suyo, o sea, a desestabilizar al Estado, votará que sí; está por ver que harán los chicos y chicas del lazo “amarillo”, sea Esquerra Republicana o el personal del huido a Bélgica, señor Puigdemont, y del racista Quim Torra, que abominaban de Sánchez por aquello de que el PSOE había aprobado el “famoso” artº 155 de la Constitución; claro es que puede ocurrir que “liquidado” Rajoy, el “enemigo de toda España” -menos de aquellos millones de ciudadanos que le votaron- el resto sea “pecata minuta”.
Todo ello sin olvidar que en el Senado el ejército de don Mariano goza de mayoría absoluta y que, aunque no es muy relevante por ser una Cámara de segunda lectura, los Presupuestos y el artículo 155 tienen que pasar el cedazo de él, o sea, del Senado.
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