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Los discapacitados psíquicos podrán votar


     El largo camino que han recorrido los discapacitados psíquicos para llegar a la situación actual ha pasado por diversas etapas, hasta los años sesenta la mayor parte estaban con sus familias y no recibían atención educativa alguna pues no había centros para ellos, en los pueblos algunos eran conocidos como los “tontos del pueblo”.

      Empezaron a llegar, a mediados de los años sesenta a los primeros centros que se crearon, en Málaga en aquellas fechas solo existía un centro privado que los atendía pero era de pago.

    Al abrirse el Centro que fundó Aspromanis mediante la figura jurídica de un Patronato vinieron alumnos de Málaga y de los pueblos, pues era gratuito, al cabo de los años, este centro La Milagrosa, fue referencia por su metodología a nivel nacional e incluso después a nivel internacional.

   Este Colegio cerró hace ya varios decenios al generalizarse la integración de los discapacitados en los centros ordinarios.

   Lo que siempre se han quejado estas personas es ¿Porque eran diferentes?, especialmente los catalogados como ligeros lo medios, en primer lugar se comparaban con sus hermanos, después con sus amigos y conocidos tomando conciencia de sus diferencias, además  percibían el rechazo bien a través de las muestras de  compasión de otras personas, y a veces peor, pues les sometían a  mofas y burlas.

   Una de las cosas que siempre han señalado y lo siguen diciendo las personas con discapacidad, es ¿por qué se fija la gente en ellos?, ¿por que llaman la atención?.

    Es cierto que hay discapacidades, como el síndrome de Down, que tienen un aspecto físico característico, pero no debería ser motivo para distinguirlos con la mirada, a todos ellos les agradaría pasar desapercibidos como el resto de los ciudadanos, hace pocas semanas en el programa de TV “La Hora punta” al que han asistido personas con alguna discapacidad lo expresaban.

   La información aparecida en la prensa que señala que se va a debatir en el Congreso el que puedan votar es muy buena noticia, pues es quitarle otro obstáculo a su integración.

    Ya hay un precedente, Ángela Bachiller que padece síndrome de Down,  fue concejal en el Ayuntamiento de Valladolid, se presentó por el grupo popular y al final, al cesar el concejal que le precedía en la lista, ella ocupo su lugar

   Podrán pensar algunos que votarán partido que le indiquen sus padres o su familia, aunque fuera así están ejerciendo un derecho.

   Esto me recuerda lo que costó que la mujer pudiera votar, fue en la Segunda Republica, pero este derecho no vino por la presión de los partidos de izquierda, todo lo contrario, sino tras el debate que la diputada Clara Campoamor, que estaba a favor del voto femenino, sostuvo con Victoria Kent que se oponía.

    Temía la izquierda que concediendo el voto a la mujer favorecería a la derecha, olvidaban que aunque fuera así no se podía privar de ese derecho; como ocurrirá después con los discapacitados cuando sea aprobado en el Congreso su derecho a votar.

  Me acuerdo de un dicho que  decían  en los años setenta algunos de los que trataban con ellos: “Serán subnormales pero de tontos no tienen un pelo”. Hay discapacitados que probablemente tienen a veces más sentido común que alguno de los políticos que tenemos en activo, bienvenido sea este derecho.

 

 

 

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