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La buena noticia. Pendulares


    El ser humano, no logro adivinar el porqué, tiene tendencia a ser pendular. Sobre todo cuando se arropa en la multitud. Los mismos que ensalzan… denuestan. Los mismos que aplauden… silban. Los mismos que van en un costado del barco… se desplazan a la banda contraria con peligro de hundimiento.

     Este pensamiento ha venido a mi memoria con motivo de la celebración multitudinaria del pasado día de la mujer. Vengo de una familia paritaria. No se como lo hemos conseguido, pero a lo largo de generaciones hemos convivido tantos varones como mujeres en nuestro hogar. Ahora, a la vejez, la balanza se ha inclinado hacia el lado femenino.

    Esta situación la hemos llevado bastante bien, con un statu quo aceptable. Hemos repartido las tareas de acuerdo con cada una de las situaciones que se han venido produciendo y estimo que de una forma aceptable. Ahora la balanza se ha desequilibrado. Estoy totalmente rodeado por mujeres: suegra, esposa, hijas y nietas, en un número suficiente para tenerme totalmente controlado. Cosa que agradezco.

   Sin embargo me preocupa la situación crispada que se produce a veces por un excesivo movimiento pendular que pone en peligro el equilibrio de la sociedad. Las listas paritarias son injustas por discriminatorias, hay que designar a los mejores, sin tener en cuenta su género. El hombre no tiene que ser denunciado o perseguido por el solo hecho de serlo. Existen hombres feministas y mujeres machistas. El día en que podamos eliminar esos “ismos” utilizados de forma agresiva llegaremos a una situación más normalizada.

    Mientras tanto, denuncia y leña a los abusones en función de su “hombría” y un poco de cuidado en esas cadenas que presumen de lazos reivindicativos en sus “moscas” y que siguen presentando mujeres objeto (referencia para algunas jóvenes) que solo aportan un hermoso continente sin contenido.

     Mi buena noticia de hoy se basa en que a mí me parió, en el suelo de mi casa, una mujer valiente para su época, reivindicativa de su magisterio y su maternidad. Me acompaña mi mujer, madre de ocho hijos, que ha tenido tiempo para criarlos, formarse y formar a otros. Hoy tengo en mi casa a mi suegra, que con 91 años sigue conduciendo su Ibiza para continuar sintiéndose independiente. Y tengo cuatro hijas. Las cuatro universitarias. Las cuatro trabajando y madres de familia -a alguna le ha costado más trabajo que a otra- y pendientes de todos para salir en ayuda los unos de los otros  Por eso me molesta la acritud con que nos tratan a los hombres a veces y la agresividad de las manifestaciones. No nos vayamos a pasar al otro lado del barco y tengamos que ver unos hombres perseguidos y acosados por el solo hecho de serlo.

     Felicidades a todas las mujeres en su día y enhorabuena por lo logrado. ¡Qué haríamos sin ellas!

 

 

Comentarios
  • manuel montes cleries

    13 March 2018

    Muchas gracias por su comentario, Don José

  • José García Pérez

    11 March 2018

    Muy bien dicho, sí señor
    Un abrazo... o dps

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