El Sr. Díaz Alcaraz, compañero columnista, en “Aprobar por decreto” trae a colación una sentencia del juez Calatayud que condena ‘a dos jóvenes de 16 y 17 años a aprender a leer y escribir’. Aunque, según reseña: “Estos jóvenes habían cursado enseñanza secundaria” A partir de estos hechos resalta, una vez más, los males de nuestro sistema educativo que no encuentran las terapias adecuadas para extirparlos. A tenor de ello me permito lo que sigue:
“En 1.968, el Ministro Villar Palasí abrió un debate nacional sobre la educación en España mediante la publicación por el MEC de lo que se denominó “El Libro Blanco de la Reforma Educativa” que cristalizó en la denominada Ley General de Educación y financiación Educativa aprobada y promulgada en Agosto de 1.970.
La L.G.E. como se conoce, derogaba todo el ordenamiento educativo anterior y establecía un proceso de asunción del mismo que concluía en el curso 1.979-80; esto quiere decir que la L.G.E. quedaría plenamente implantada a partir del curso 1.980-81.
Antes de finalizar el tiempo previsto para la total integración de las distintas modalidades educativas, se piensa en la Reforma de la Reforma, primero en la E.G.B., transformando la 1ª y 2ª etapas en los denominados ciclos: inicial, medio y superior.
Otra reforma más velada se dio en la nueva FP diseñada por la LGE. En ésta se especificaba que no se repetía curso, y al término, los no aprobados recibían la certificación de los estudios cursados y aprobados. Subrepticiamente se modificó de facto permitiéndose repetir hasta dos cursos, modificación que generó no pocos problemas en la FP1.
En 1.981, recién totalizado el proceso de integración regulado por la L.G.E., vuelve el MEC a editar un documento denominado “Proyecto de Reforma de las Enseñanzas Medias”, que difundió para su discusión y que mostraba las ideas indicadoras por las cuales había que ir a ella. En él se decía: ‘Dado el escaso tiempo transcurrido desde la total implantación generalizada del Bachillerato y de la Formación Profesional previstos en la Ley, no disponemos aún de resultados que permitan llevar a cabo una evaluación fiable del sistema’.
La reforma se consumó en la LOGSE: Ley Orgánica 1/1990 que se intentó derogar por la suspendida y no implantada Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) de 23 de diciembre de 2002, sustituida, finalmente, por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, (LOE) que a su vez fue modificada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, (LOMCE), conocida como Ley Wert, en la que estamos.
¿Alguien, en su sano juicio, puede creer que con estos mimbres se puede tejer el cesto de un buen sistema educativo básico?
PD: Para mayor información ver, del autor, http://www.trelles.es/matematica/reforma.htm de 1984 y addendas de Abril de 1998 y Mayo de 2007
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