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El Copo. Melilla, Ceuta y el señor Montilla


El ex presidente de la Generalitat y senador por el PSC, José Montilla, rechazó ayer lunes reformar la Constitución para facilitar una vía en la que se pueda romper la unidad de España. “No creo -ha afirmado- que tenga mucho futuro, no hay ningún Estado que vea de buen grado su propia amputación porque España sin Cataluña no sería España, sería otra cosa, no nos engañamos, no estamos hablando de Ceuta y Melilla”, ha asegurado el expresidente y exministro de Industria en una conferencia en el Forum Europa Tribuna Cataluña. Es cierto que al poco tiempo se desdijo de tan ridícula aseveración y pidió disculpas a los ciudadanos de ambas ciudades españolas.

         Pero, hombre de Dios y de Iznájar (Córdoba), la metedura de pata estaba ya en las redes sociales y el orgullo de melillenses y ceutíes tirado por los suelos al tiempo que, el señor Montilla, daba vuelos a Marruecos para reclamar de nuevo esos dos bastiones españoles del norte de África; quiso aligerar lo que le salió del alma aduciendo causas económicas en su nefasto pronunciamiento.

         Un servidor, melillense nacido en la barriada Concepción Arenal, conocido popularmente por Barrio Obrero, dio un brinco al escuchar semejante majadería de los labios de un exministro del gobierno español, pues seguramente el de Iznájar desconoce que Melilla, conquistada para el Ducado de Medina Sidonia, por Don Pedro de Estopiñán, en el año 1497 pertenece a la Corona de España desde 1556, o sea, cuando Navarra o la propia Cataluña, pongamos por ejemplo, andaban en guerrillas provincianas, o sea, que no todo es “pela”, señor andaluz convertido, sino que también cuentan la historia, el honor y la dignidad. Sepa usted, señor Montilla, que en Melilla han convivido, y conviven, cuatro comunidades, a saber: cristianos, musulmanes, judíos e hindúes, siendo por ello sus habitantes una de las especies humanas más tolerantes del mundo, bastante más que la catalana y que usted, híbrido entre andaluz y catalán.

         Y mire, le voy a dejar escrito para que lo aprenda de memoria un poema, de mi autoría, con el que gané el Premio Internacional de Sonetos “Ciudad de Melilla” y que preside el despachito desde el que le escribo. Dice así:

 

“Que ceda lenta la envolvente boria

del verde mar que os besa como lago.

Que hable la vieja puerta de Santiago

por donde Estopiñán meció la noria

 

de mi tierra, mi cuna, mi memoria.

Que broten nardos del pasado vago

de Melilla, y remueva el verso mago

las carcomidas grietas de su historia:

 

fenicia, Rusadir, sutil romana,

vándala, visigoda, musulmana,

de Medina Sidonia, azul ducado,

 

y cuando la gran cruz, Castilla izóla

en fe del Nuevo Mundo inacabado

emergiste ya incólume española.”

 

www.josegarciaperez.es

 

 

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