Para que no existieran malas interpretaciones, la frase que da título a este “copo” fue pronunciada por Alfonso Guerra en el año 1982 cuando el PSOE obtuvo una mayoría absolutísima; y en buena medida cumplió realmente la metáfora con aquellos que fueron demasiados críticos con ciertas políticas socialistas, entre ellos jamás olvidaré al gran pedagogo Luis Gómez Llorente.
Los independentistas catalanes, los de la DUI y su República, o sea, los que dejaron en la estacada a cientos de miles con promesas que sabían a ciencia cierta que no podían cumplir, han llevado la cita de “el canijo” -Guerra- a su máxima y real expresión.
Desde Bruselas el repeinado de Carles Puigdemont ha introducido en las redes sociales una fotografía a la que denomina “Gobierno legítimo de la Generalitat”; pues bien, en su delirio por mantenerse en sus trece ha borrado de ella al consejero Santi Vila que, ciertamente, dimitió el día anterior a la minúscula, ridícula y cobarde “proclamación” de la citada república.
Sin embargo, lo que son las cosas de este huido de la Justicia, ha dejado una pierna del señor Vila, o sea, que ha metido la “pata” al dejar para su intrahistoria la patraña que solamente él cree.
Si no fuese porque todo este tema es muy serio, sería para pasar una buena “tardenoche” contando todas las burdas peripecias de semejante personaje pues, mira si es torpe el hombre que ha perpetuado su propia estupidez sin necesidad de tener que llamarle estúpido.
Y ahí lo dejo por hoy, cansado y trastornado por su palpable incompetencia.
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