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El honor, la dignidad y el prestigio


     Estos términos estan entrelazados y subvienen uno de otro, es decir el honor implica dignidad de la persona y a la vez del ejercicio de la propia dignidad implícitamente está el honor y su consecuencia es el prestigio

     Decía el gran filósofo Kant que "Los seres humanos constituyen fines en sí mismos y no pueden ser utilizados solamente como medios de otras personas", es decir los seres humanos tenemos nuestra propia dignidad y nuestro honor y están protegidos por las leyes y en las diferentes constituciones de muchos países.

     ¿Pero que es en realidad la dignidad y el honor? Hay diferentes significados todos parecidos y desde diferentes puntos de vista, me he fijado en los aspectos personales.

      El honor es el aprecio de la propia dignidad, como es la opinión que cada cual tiene de sí mismo en cuanto sujeto como actor de sus actos, no entendido como un acto pasivo sino que lleva implícito un plus de originalidad y conocimiento de lo que va a hacer. Todas las personas poseen una autoestima determinada, la que sea. Algunos la tendrán más elevada que otros, pero todos tienen la suya propia y es de suma importancia para los hombres.

     Por otro lado lleva como consecuencia la fama que como ser social alcanza una persona, es el prestigio que ha sabido ganarse con relación a sus semejantes lo cual le da un status, que es la valoración que los demás tienen de él y es consecuencia de la línea de conducta llevada adelante, sea la que fuere, pero connotada positivamente.

     Cuando uno falla en la defensa de sus convicciones o las contraria cae en el deshonor, el gran político Winston Churchill a este respecto dijo frases muy certeras así a Chamberlain: “se te ofreció poder elegir entre la deshonra y la guerra y elegiste la deshonra, y también tendrás la guerra” esta frase fue muy certera y recoge precisamente las consecuencias de ceder ante la presión del contrario.

    Pero dijo más: “Si uno no quiere luchar por el bien cuando puede ganar fácilmente sin derramamiento de sangre, si no quiere luchar cuando la victoria es segura y no supone demasiado esfuerzo, es posible que llegue el momento en el que se vea obligado a luchar cuando tiene todas las de perder y una posibilidad precaria de supervivencia. Incluso puede pasar algo peor: que uno tenga que luchar cuando no tiene esperanza alguna de ganar, porque es preferible morir que vivir esclavizado”.

    Hoy el honor en nuestra  sociedad no está de moda, así se cambian las convicciones por diferentes situaciones: corrupción del dinero, presiones sociales, temor a graves consecuencias si se mantienen los principios en situaciones complicadas,  etc.…

   Hace muchos años el honor estaba presente en muchísimas personas, así bastaba la palabra dada, la persona que llegaba a un acuerdo verbal y sin firmar un documento, la mantenía contra viento y marea, se confiaba plenamente en ella, pues sabían que como hombres de honor no se iban a echar atrás.

    Tan importante era el honor que de hecho existieron los llamados “Tribunales del Honor” finalmente prohibidos, su existencia se basaba en la concepción del honor, entendido como “la cualidad que lleva a una persona a comportarse de acuerdo a las normas sociales y morales que se consideran apropiadas”, si se faltaba a ellas se consideraba un deshonor y tenía sus consecuencias

   Hoy se desdice uno de lo que ha afirmado sin el menor rubor, se rompen acuerdos, se cambia de opinión, se olvidan de sus palabras, … todo ello sin que la persona que lo hace sienta el menor remordimiento.

   Es el principio fundamental del hedonismo: “el hombre es la medida de todas las cosas” de acuerdo con este solo vale lo que quiera o piense la persona en un momento dado, aunque antes haya afirmado lo contrario.

   Los políticos, como líderes sociales deben cuidar su prestigio, si quieren llegar lejos deben mantener sus convicciones contra viento y marea y si los resultados no son conformes deben dimitir manteniendo su dignidad.

    Hoy asistimos al espectáculo que nos dan algunos políticos, emiten diferentes opiniones, a veces contradictorias, según lo demande el momento y llegados a una situación adversa se desdicen de sus palabras, el pueblo al que piensan que lo engañan acaba con el tiempo dándose cuenta y si no lo percibe peor para él.

   Sin ir más lejos lo observamos en el gran espectáculo del independentismo, ha sido sorprendente la actitud de la Sra. Forcadell ante el juez y parece que otros consejeros, actualmente en prisión, tienen intención de seguir esa vía.

   Es desolador ver cómo han llegado a producir una gran fractura en la sociedad catalana, como la han empobrecido, como hay un enfrentamiento entre catalanes y mira por donde estos líderes se echan atrás cuando tienen que hacer frente a las consecuencias de sus actos.

   Me viene a la mente la reflexión que hizo Platón: “Un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre”.  

     Lo lamentable es que a pesar de ello, estos políticos van a ser votados por esa parte de la sociedad catalana que aun parece no haberse dado cuenta de la ruina a que les ha llevado esta situación.

      

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