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Carta abierta a Gerard Piqué


Estimado Gerard, verás.  Hace unos días leí el comunicado de tu club, el CF Barcelona apoyando el procés separatista, el referéndum, el voto y la política gubernamental de la Generalitat de constituir una república catalana independiente de forma unilateral. Demasiado para mí y sufrí un shock. Yo, que siempre he sido culé, (en minoría entre mis amigos quienes son mayoritariamente madridistas) que he defendido al equipo, que me he alegrado con sus logros y éxitos, y que he seguido su andadura e historia durante 50 años de mi vida, amando sus colores sufrí una decepción. Decepción, porque suponía que un club deportivo que se nutre de cientos, miles, millones de seguidores -como es el caso del Barcelona fuera de su territorio natural como es  Cataluña- debe estar por encima de partidismo locales, ya que entre esos millones de seguidores, existen diferentes ideas políticas y entiendo que el Barcelona, por ser ser algo más que un club, debería entender el agravio que supone tomar partido por el bando local obviando el parecer político de los millones de seguidores que tiene, no sólo en España, sino en el mundo.

Sufrí un shock Gerard, tan fuerte, que decidí “poner en excedencia mi condición culé”. En el cajón de los recuerdos felices. He metido mi carné de seguidor barcelonista y ahora en temas futbolísticos voy de apátrida. Por supuesto, soy y seré malaguista y del Lauro (faltaría más), porque son los equipos de mi tierra, del resto, veo futbol sin pasión alguna.

Te cuento esto Gerard, porque yo con 17 años me hice barcelonista por un motivo y no me cuesta reconocer que fue político. Me hice del Barcelona porque su contrario el Madrí, era “el equipo del régimen”. Yo que en aquel entonces, con 17 años, entraba en la Facultad de Económicas me impregné de ideas demócratas e incluso libertarias, por tanto, como comprenderás,  ver a los ministros franquistas en el palco del Bernabéu, con aquellos puros en la mano, la demostración sindical del 1 de mayo que organizaba el falangismo sindical en ese estadio, y la propaganda política que vendía `el Régimen´ en Europa a cuenta de las hazañas madridistas con las 5 copas conquistadas por Di Stefano and Company, me daba repelús y me hice del Barça.

Me podía haber fijado en el Bilbao, que también tenía ribetes de opositores, pero futbolísticamente, el Barcelona encarnaba todo lo que un joven universitario antifranquista podía desear. Libertad, oposición al régimen, cosmopolitismo, progreso, una sociedad (la catalana) más abierta y liberal y por ello me dio la catalanofobia. No me arrepiento.

Hoy veo todo lo contrario, los consejeros del gobierno independentista se fuman los puros en el palco del Camp Nou, el franquismo de entonces se queda chico ante el fascismo de un gobierno catalán que desobedece la ley, maltrata a la oposición, aprueba leyes anticonstitucionales, monta referéndum con menos garantías legales que la furgoneta de un jipi, manipula, miente sobre los resultados, e impone un camino hacia el separatismo de sí o sí.

No entiendo Gerard como quieres seguir en la selección española después de tu comportamiento público este fin de semana, si manifiestamente te has declarado favorable a una Cataluña independiente votando, que haces con los colores de una selección que no sientes. Eres un profesional y podría entenderlo si entre la Federación española y tu existiese un contrato, pero no, en teoría no cobras por jugar (aparte primas) juegas porque quieres. Si la bandera que ondea en el estadio no es la estelada, si el himno que suena no es “els segadors”, si las voces de ánimo que oyes del público no están en catalán, si la fuerza pública que guarda el estadio no son los mossos, sino es la que según vosotros os masacró el 1-O y si tú no eres un mercenario. ¿Qué coño haces allí? No estarías mejor en casa con los amigos jugando a la pocha. ¿Qué te mueve jugar? ¿El prestigio? Tú ya tienes un Mundial y dos Eurocopas ¿La fama? Hombre, casado con una cantante de fama internacional, centro de la noticia a diario, eres conocidísimo ¿Dinero? La federación salvo primas no paga ¿Cariño popular? Gerard, después de tus manifestaciones no me negaras que está justificado que el público español en general no te quiera ¿Los compañeros? Es notorio que la piña que antes formaban los jugadores no existe, no hay más que ver las sonrisas hipócritas en los entrenamientos para darse cuenta de que no eres querido. Incluso, no ves que hasta  a tus colegas de la estelada les puede sentar mal verte con el escudo y los colores españoles. No, no haces ningún favor a tu nación Cataluña

Un consejo, haz como he hecho yo con mi pasión culé. Pide la excedencia, retírate, no nos hagas pasar por el trance de que marques un gol y por primera y única vez en la historia de un país, el público silbe a su jugador en vez de aplaudir.

 

 

 

 

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