Leer

Recuerdo que cuando pequeño, en mi pueblo, algunos padres decían: “Lo que yo quiero es que mis hijos aprendan a leer, a escribir y hacer cuentas”, trípode donde se asienta, de forma estable, la cultura.

El efecto cultural de la lectura se multiplica si se tiene a mano un buen diccionario que enriquece el léxico con el significado de las palabras desconocidas. El diccionario es necesario pero insuficiente. La enciclopedia es otro factor multiplicador. En ella se puede encontrar información sobre personajes, no los de ficción del escrito, no, sino los históricos así como lugares, citas, y un larguísimo etcétera,  que ensancha el perímetro escueto del contenido de la lectura.

El subrayado, las anotaciones al margen o pie de página, son otras tantas acciones que, además de completar la lectura sirve de indicador de que, allí, en algún momento, se estuvo.

Las nuevas generaciones lo tienen muchísimo más fácil. Además de ingente número de publicaciones, bibliotecas públicas, librerías,  kioscos,…, está la Informática en cuyo vientre se cuece todo lo divino y humano con lo que el enriquecimiento cultural ronda la apoteosis.

Si se lee un libro, artículo, o cualquier otro documento, es posible que aparezcan vocablos desconocidos, así como personajes, lugares, etc. Si se tiene la precaución de abrir un archivo en el que se listen tales vocablos, recurriendo al Diccionario, o Wikipedia, se puede encontrar toda la información deseada que, trasladada al archivo, complementa, con los significados, la información recibida con la lectura.   

Obrando así se percibirá, de forma sensible, el crecimiento exponencial de nuestros conocimientos. Tal efecto cultural nos alejaría de tanta basura televisiva y radiofónica.

Leer tiene un efecto multiplicativo de crecimiento exponencial. Cuanto más se lee más deseos produce de nuevas lecturas. Si se hace además del recreo un propósito cultural de ampliación de conocimientos, en poco tiempo, nuestra sociedad, ganaría en ideas elevadas y perspectivas racionales.

La lectura es aventura del pensamiento que lleva nuestra imaginación por senderos luminosos dando finura a nuestro razonar. Disfrutar de tal bien es hoy totalmente  imprescindible.