Con lo que un servidor sabe sobre la trama de los premios literarios que se convocan por instituciones oficiales y privadas, y la cantidad de favores que algunos escritores se hacen entre sí, según sean miembros de jurado u opositores para ganar unos euros de alivio en esa tarea ingrata de escribir porque sí, alcanzaría la fama si me pusiera en serio a escribir sobre tal cuestión; pero dadas las bocanadas de aire puro que me quedan por dar en esta vida, pocas por cierto, sé que no me daría tiempo para sacar al aire de la verdad semejantes chanchullos.
Pero lo de “Podemos” de Pablo Iglesias es diferente y, por ello, más rico en matices que, con sumo cuidado, deberían intentar dar a conocer los plumillas de reconocido prestigio y que, por ello, influyen en la sociedad; no es mi caso.
Y es que resulta que el sanedrín mayor de los círculos morados, a través del Instituto 25-M, ha convocado los primeros Premios de Reportaje de Investigación “Desentrama” y que estarán dotados con 2.000 euros para el primer premio, 1.000 machacantes para el segundo y 500 de los mismos para el tercero de los ganadores
Se trata, con esta convocatoria, de darle más morbo al “tramabús”, ya saben, ese bus que va recorriendo lugares de España con las fotos de los que forman parte de la trama que envilece la tierra de los nuevos patriotas, aunque no todos los rostros expuestos al odio ciudadano estén involucrados, que se sepa judicialmente, en algún numerito de “meter la mano” a la primera de cambio y salir pitando con sombrero panameño, es un decir.
Los que deseen participar no están obligados a identificarse y solamente en el caso de ser premiados lo podrían hacer, si lo desean, ante la “autoridad competente”, el jurado.
De lo que se trata, en resumen, es de ejercer de “chivatos” ante “Podemos” sobre todo vestigio subjetivo de que el vecino del quinto, o aquel concejal que me cae mal, sea un posible corrupto, un “trincalinas” a secas; una forma como otra -ya se hizo en la España franquista, la Alemania nazi en la URSS de Stalin o en algunos regímenes de América de Sur- de delatar con la cara tapada y la mano abierta.
Delate amigo, que algo queda.
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