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Las habilidades sociales


      Todos vivimos en sociedad rodeados de personas que por una razón u otra nos  vemos obligados a relacionarnos, por ejemplo en una comunidad de propietarios coincidimos con los vecinos que residen en el edificio en diferentes situaciones a lo largo del día, de la semana o del mes.

     Cuando tomamos el ascensor hay convecinos que hablan con nosotros, cambian opiniones en los escasos minutos que tarda este en bajar o subir, hay por el contrario algunos que ni siquiera te dan los buenos días, parece que te has montado con un “mudo”, igual ocurre cuando te los encuentras en el portal o en otros lugares del edificio, esto pone en evidencia que estas personas carecen de habilidades sociales.

    Las habilidades sociales son aquellas capacidades que nos permiten  desarrollar conductas que facilitan la convivencia social y laboral para desenvolvernos bien con las personas con las que convivimos o trabajamos.

   La inexistencia de estas habilidades en muchas personas propician la falta de entendimiento, la mala relación y a veces la agresividad incluso física

   Una de las claves del éxito de las personas es tener buenas habilidades sociales, los líderes se caracterizan por poseer entre otras cosas, una buena capacidad para relacionarse con los demás.

  Las numerosas escalas utilizadas en la selección de personal, uno de los aspectos que más buscan, es precisamente que la persona a elegir tenga  una buena capacidad para las relaciones sociales.

  La persona que tiene estas habilidades destaca en algunos de los siguientes aspectos:

    Empatía, que es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y conocer lo que piensa o lo que se espera de él.

   Saber escuchar, es la disposición para estar callado y activo cuando hablamos con otra persona, así podremos oír lo que nos pretende transmitir e incluso captar ese lenguaje no verbal y/o emocional que nos da pistas, a veces muy importantes, de lo que pretende decirnos nuestro interlocutor.

   Asertividad: es la capacidad para expresar nuestras opiniones de una forma coherente y eficiente pero respetando las de los demás aunque no pensemos como ellos.

  Estabilidad emocional, es mantener en todo momento una actitud estable, es decir no permitir que nos dominen sentimientos como la ira, la agresividad y otras actitudes semejantes que impiden la relación con otras personas.

  Coherencia: es vivir, manifestarnos y actuar de acuerdo a nuestros valores y a las opiniones que expresamos, lo que no vale es predicar un mensaje y después actuar en sentido contrario.

   Capacidad de negociar: este es uno de los aspectos más importantes, la persona que lo posee, además de saber relacionarse, debe ser capaz de llegar a acuerdos, de ceder en aquellas cuestiones necesarias para entenderse sin que ello implique renunciar a nuestras convicciones y valores para conseguir el objetivo final.

     Mente abierta, esto implica huir de sectarismos, de actitudes intolerantes, de  rigideces mentales que dificultan cualquier tipo de relación personal.

   Educación: deben ser amables con los demás, ser corteses, tener gestos de respeto a las otras personas, ser exquisitos en el trato, saber estar y comportarse de forma correcta en cualquier situación.

  Capacidad de expresión: las personas con habilidades sociales saben  expresar sus ideas con claridad para alcanzar lo que pretenden conseguir, eliminando aquellos obstáculos verbales que impiden llegar a acuerdos,….

 Sentido positivo de la vida: significa ser optimista, huir de pensamientos negativos, creer que se pueden encontrar soluciones a los problemas, no valen las personas depresivas o conflictivas ante cualquier situación complicada.

  Todos estos rasgos que he señalado ponen de manifiesto que la persona que los posee está capacitado para poder tener éxito en sus relaciones, personales, laborales, y sociales y son los más buscados en muchos procesos de selección de personal, altos ejecutivos, etc…

 

 

 

 

 

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