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El sinpa y otros más


           El lenguaje coloquial o familiar  es algo que sale de forma natural y espontaneo, se utiliza para designar a aquello que es considerado común, normal; hace referencia a un sinfín de fenómenos que se dan en la vida cotidiana, este tipo de lenguaje se caracteriza por utilizar por ejemplo palabras apocopadas o deformadas, al final cuando están muy extendidas pueden ser reconocidas por el DRAE.

       Nuestro idioma es muy rico, abundan bastantes sinónimos que crean dificultad al que trata de aprender nuestra lengua, pues hay muchas cosas o situaciones que siendo lo mismo tienen diferentes apelativos, o palabras cuyo significado varía según el contexto, algunos resultan graciosos y tienen gran connotación social, me voy a fijar en varios que “son el pan nuestro de cada día”.

         Hace ya algunos años una de mis sobrinas me dijo que habían estado en una cafetería y habían hecho un “sinpa”, pues habían quedado muy descontentas del servicio recibido

         No sabía que lo que querían decir con esa palabra, me aclararon de inmediato que era irse sin abonar la consumición. He consultado el DRAE y no tiene reconocido este término, en el lenguaje usual si hace mención al mismo señalando que su significado es marcharse sin pagar la consumición

        Esta palabra ha vuelto a aparecer en la prensa, hace pocos días en un restaurante de Bembibre,  un  pueblo de León, ciento veinte personas se marcharon sin pagar una cena, al llegar al pueblo fueron colocando sus vehículos estratégicamente en diferentes calles y no en el aparcamiento del restaurante, salieron ensayando una “conga” y desaparecieron, en este caso parece que eran rumanos según informaron.

     Pero este hecho parece haber sucedido en más localidades, el más importante hace pocas horas, ha sido el abandono de doscientos comensales en el Bierzo, al parecer celebraban una boda. La guardia civil trata de localizarlos y averiguar si en los dos casos han sido los mismos.

   Hay términos semejantes que se siguen dando con alguna frecuencia, por ejemplo el “alquilerazo”, esta palabra no está recogida en el DRAE, sin embargo en ese diccionario social del pueblo consiste en alquilar una vivienda pagar lo indispensable: fianza y mes anticipado, posiblemente pagar algún mes más y después dejar de abonar el alquiler, los que lo hacen saben que solo se les pueden desahuciar por el juzgado y como estas demandas tardan más de un año en resolverse, pues viven gratis todo ese tiempo.

   Hay otros términos más antiguos que si los reconoce el DRAE, por ejemplo “braguetazo”, según  el diccionario es casarse con una mujer rica por interés, como esta práctica es muy vieja ya figura en el mismo.

    Las revistas del corazón nos hablan de vez en cuando de estos matrimonios donde lo que prima es el interés y lo siento por ellas, que en bastantes casos ciertamente se enamoran, después se encuentran con la dura realidad y a veces con hijos fruto de la relación, que complica aún más los procesos de separación.

     Hay otro termino el “bragazo”, muy irónicamente leí hace tiempo que la diferencia entre braguetazo y bragazo reside en la segunda, que se caracteriza por la ausencia de cremallera a la altura de la ingle.

      Evidentemente esta práctica abunda, pero lo más patético es ver a señores mayores o muy mayores, con mucho dinero, casarse con “pibones” (otro termino popular) se refiere a chicas muy guapas jóvenes con gran diferencia de años respecto a estos, al final, unas cuando han saqueado bastante al “viejo” lo dejan, otras son pacientes y si es muy mayor esperan a que fallezca para heredar.

          Me acuerdo de un chiste que hace alusión a este tema, un señor mayor está en un gimnasio cuidando su cuerpo y le pregunta al monitor, ¿Qué aparato o maquina debo usar para tratar de mejorar mi imagen e impresionar a un “pibón” con la que estoy saliendo?, le recomiendo el “cajero automático” le dijo el monitor.

    Hay otro termino aplicado a situaciones semejantes, “yogurin”, hace mención a un chico joven que se relaciona con una mujer mucho mayor que él, esto se viene dando con alguna frecuencia en mujeres maduras, la situación es semejante a los señores que se enamoran de un “pibón”, lógicamente en este caso como en el de los anteriores, solo está alcance de mujeres con muchos medios económicos, estas relaciones siguen los mismos derroteros que en el de los varones.

    El pueblo llano ha popularizado y extendido una serie de palabras que describen estas situaciones de la vida diaria, del día a día, sobre las que se hacen incluso chistes como el que he relatado en párrafos anteriores, el vocabulario con términos semejantes es muy extenso en nuestro idioma.

 

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