Para desarrollar este tema, tal y como lo pienso, voy a tener que empezar por unas cuantas "peticiones", la primera, pedir perdón al maestro Carlos Saura por haber tomado el nombre de su película si su permiso...¡pero es tan larga la distancia! La segunda va con ustedes, es muy difícil, creo que imposible, encontrar el femenino de Ana y si se encuentra, suena así como un poco "rarillo", un ano será siempre un ano, sea cual sea el tema de que se trate,,, sigamos pues con Ana y los Lobos, puntualizando que Ana es El y los Lobos seguirán siendo los Lobos.
Los lobos son los que teniendo el dinero o el poder, que aunque parezcan la misma cosa son distintos, compran todo los que se les pone a "tiro" y más todavía si el "comprado" es una especie de "gilipollas" "Ilustrado" que se cree que el buscado es él y no los "oropeles" que las circunstancias" le han regalado. El, hay que reconocérselo, fue un magnifico jugador de Balonmano, que dio, junto con sus compañeros, días de gloria a nivel internacional al deporte patrio. Alto, espigado y de un buen ver enamoró a una princesa que tuvo a bien saltarse todos los protocolos y mire usted por donde la "cosa" cayó bien a todos los niveles, si exceptuamos a esos siempre disconformes anti-monárquicos, que de cualquier modo hubieran puesto el "el grito en el cielo"; en un sentido les hubiera repugnado su negativa "soberbia" y en el otro les repugno su excesivo "casticismo"...como quiera que sea se impuso la "fuerza del amor", al decir de los románticos, las cosas llegaron donde suelen llegar siempre, aunque también es verdad que en menores proporciones que antaño...y hubo Boda Real, ¡¡¡ahí es ná!!! y honores, muchos honores, todos los habituales y otros más que sé que inventaron los "lobos" que siempre están al acecho para "meter la cuchara donde antes han puesto la tajada" ...sembremos honores, se dijeron y mañana nos revertirán con creces.
Y como él, aparte de como jugador de Balonmano, no parecía estar muy "dotado" en otras zonas del intelecto y en su cabeza no brillaba nada más que su "mechón de blanco pelo", se dijo "qué coño, tan tonto no seré si me ponen tantas alfombras sin pedirlas " ¡¡¡pues vivamos en la alfombra!!! y entre el dejándose querer y los lobos acercándole "operaciones de un Oro fácil" se montaron un tinglado que no se lo saltaba un gitano. Pero antes de montar tal tinglado, que fue primero "el huevo o la gallina", tenía que aparecer...y apareció el más sagaz de los lobos, un profesor que impartía clases en un Máster en el que nuestro hombre pretendía darse algo de brillo propio, el enseñante elevó al alumno a la categoría de Socio y ya juntos dieron comienzo a algo que estaba llamado a convertirse en uno de los más mediáticos temas judiciales. Las dádivas en forma de contratos empezaron a aparecer sobre la "alfombra" de nuestro protagonistas; lo de menos es que dichos contratos fueran para una cosa o para otra, llegaran a buen puerto o no llegaran ni a gestarse, lo importante era que el Señor Duque, tan compuesto y tan galán, supiera quien o quienes eran los "dadores" y que por elevación llegarán noticias de esos favores a más altas esferas...y eso es todo, ¡que no es poco! un Pícaro, de los muchos que pululan en este País, un "pardillo" engreído y lobos, muchos lobos que cuan abejas en bandada se acercaban con avidez a "chupar del panal" que creían haber "engordado",,, lo demás, todo cuanto a acaecido después, lo hemos protagonizado entre todos, los unos pidiendo cabezas, los otros queriendo quitarse "moscas" de encima y los más engordando las noticias, unos con avidez malsana y otros sencillamente con avidez...Y volvemos al principio y a la pregunta de siempre...¿quién es más el que da o el que toma? en muchas de las circunstancias el "tomador" es la víctima, aunque no todas las víctimas sean iguales ni merezcan el mismo trato...Y esta es mi versión de uno de los más "vistos" affaires mediáticos producido en estos pagos y que podíamos titular como "Aventuras y desventuras de un Tonto útil y los Lobos de siempre".
¡Ah! y que conste que yo no pretendo criticar, digo nada más
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