Publicidad

Microrrelato. Conciencia de gusanos


Aquella noche el magnate del petróleo no podía dormir. No le quitaba el sueño la bajada o subida de los precios del crudo, oscilantes presuntamente de modo caprichoso: él tenía sobrada producción para su alto tren de vida y medios para adaptar la extracción a las exigencias del mercado. Había golpeado brutalmente a su hijo y su conciencia parecía un rebullir de gusanos de seda con las quetas enredando los apéndices locomotores. Para aliviar su pesadumbre, llamó a la concubina y se despojó de las ropas. Ella acudió presurosa, pero, con el debido respeto, quiso hacer una exploración de las causas de tan inesperada llamada a altas horas de la noche. "No puedo dormir -dijo él- y quiero tu amor para conciliar el sueño". Se dispuso ella a complacerlo y, en el momento, en que las caricias de la mujer conseguían la excitación del varón, irrumpió un regimiento en el dormitorio, comandado por el hijo vengador.

 

 

http://agvelasco.blogspot.com.es/

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.