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Cine


Semanas atrás asistí a la proyección de dos películas sumamente interesantes, distintas en su planteamiento y desarrollo, pero con el eje común del problema racial en los Estados Unidos.

“Figuras ocultas” es una de ellas; trata de destacar la efectiva acción de tres talentos, en forma de mujer negra, cuya colaboración activa en la NASA hizo posible el éxito a favor de USA en la carrera por la conquista del espacio, en la cual, la URSS, llevaba la delantera con la puesta en órbita del Spunik.

El proyecto Mercurio fue la respuesta USA al desafío soviético en la carrera espacial. Con él, la NASA consiguió lanzar al espacio y orbitar sobre la tierra al coronel Glenn, acción  previa a la puesta en la luna de los primeros astronautas. Tales hazañas técnico científicas, de auténtico heroísmo personal, hizo que se invirtiera el sentido de la carrera espacial a favor de USA.

La película, basada en hechos reales, pone de manifiesto varias tesis. Una, que la inteligencia no es patrimonio de ninguna raza. Otra, que el esfuerzo personal y el estudio puede catapultar a cualquiera a regiones del saber auténticamente estratosféricas.

La voluntad, tesón y buen hacer de estas tres damas, y otras colaboradoras, consiguieron el reconocimiento de un mundo dominado por hombres blancos. Su contribución fue decisiva para el éxito, no ya de poner en órbita una nave que transportara a un hombre alrededor de la tierra, que también; sino devolverlo a su familia sano y salvo. La mejor prueba es que Glen murió el año pasado a los 95 años.

“Loving” es  la otra película. En ella se nos muestra las peripecias de un matrimonio mixto entre blanco y negra que sufren la incomprensión y el racismo de los habitantes y autoridades del estado de Virginia.

El amor que los unía, la voluntad de mantener esa unión, sirvió a una asociación de defensa de los derechos civiles para promover la demanda jurídica, a altas instancias de la nación, que condujo el caso hasta conseguir que el tribunal supremo dictara sentencia a favor de sus derechos. El matrimonio es una institución sagrada que nadie tiene derecho a quebrantar.  

Es gratificante la puesta en escena de temas de esta índole que crean opinión. Asimismo consiguen imbuir en el ánimo del espectador un espíritu de respeto, comprensión y tolerancia hacia lo diferente. Por tal motivo son dos películas manifiestamente recomendables.

  

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