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La sociedad patriarcal y otros mitos


      La palabra patriarcal procede del griego que significa mandar y padre.

     Moviéndonos exclusivamente en el campo de la sociología y alejado de criterios morales, la llamada sociedad patriarcal recoge un modelo de distribución de poder desigual entre hombres y mujeres; los varones tenían la preeminencia en una serie de aspectos: por ejemplo la determinación de la filiación, exclusiva del padre que además aportaba el apellido, estaba todo sometido a su autoridad y existía una división sexual del trabajo.

    La antropología ha puesto de manifiesto que esta distribución del trabajo viene de lejos; en tribus sin contacto con la civilización, incluso aborígenes, la preeminencia es la del varón, quizá por su mayor fuerza física, los estudios antropológicos y arqueológicos de Françoise Héritier, señalan los primeros indicios de una relación patriarcal entre género femenino y masculino, se podrían remontar  a 200.000 años atrás.

    Abundando en este planteamiento Alda Facio señala que en todas partes y en la mayoría abrumadora de las culturas conocidas, las mujeres han sido consideradas de alguna manera o en algún grado, inferiores a los hombres

    La sociedad patriarcal hace tiempo que desapareció en Europa por diversas razones, empezó hace ya bastantes decenios al cambiar el artículo del Código Civil que exigía a la mujer el permiso del marido para realizar determinadas acciones y el derecho al voto.

   La división sexual del trabajo también acabó; ya no hay actividades de hombres y de mujeres, me acuerdo todavía en el año 1965, cuando yo estudiaba ingeniería de minas, se acogió como gran novedad que dos chicas se matricularan en la escuela, después fueron más; la actividad minera por su dificultad y peligro hasta ese momento era una profesión de “hombres”, igual ha ocurrido con otras profesiones reservadas a estos, días atrás veía en la televisión un programa que mostraba como el trabajo de cantero, muy duro por cierto, era realizado por mujeres.

          La Sra. Simone de Beauvier indicaba que la maternidad de la mujer lo que le crea es una dependencia del hombre, pero esto hoy no se sostiene, la razón de este gran cambio es la incorporación de la mujer al trabajo, que ha sido su verdadera liberación,  a partir de ese momento la mujer empezó a disponer de ingresos propios que la libraban de la dependencia económica de su marido o pareja.

     Hoy la mujer es libre de tener hijos o no, pues hay suficientes medios para impedir el embarazo, puede elegir cuando y como puede tenerlos y además el matriarcado cada vez es más evidente.

   Desde hace pocos años ya es posible que al niño nacido puedan ponérsele los apellidos de la madre en primer lugar prevaleciendo sobre los del padre.

   La mujer en el aspecto sexual es totalmente libre, es habitual desde hace mucho tiempo que la mujer conviva con su pareja sin estar casada o tenga las relaciones que quiera sin recibir reproche social alguno.

   Es frecuente que muchas mujeres tengan hijos de diferentes progenitores y las relaciones de pareja y matrimonios, en un elevado porcentaje, no duren más de cinco años según las estadísticas, aunque esto último habrá que ver si es bueno para los hijos y para la convivencia a largo plazo de la pareja.

  Hace algún tiempo estuve en una charla muy interesante que dio un catedrático de antropología, ha trabajado en arqueología y señalaba cosas curiosas, en primer lugar el dominio del hombre en culturas antiquísimas, respecto a la mujer, que sigue siendo la única que pueda traer hijos,  es la que transmite los rasgos de la herencia, ponía el ejemplo de las hijas, decía que se parecen más a las abuelas que a las madres y como los varones por la tendencia a la perpetuación de la especie pueden resultar promiscuos.

   A pesar de las conquistas de la mujer sigue existiendo el machismo en nuestra sociedad occidental, las encuestas realizadas a jóvenes lo han puesto de manifiesto en diversos estudios que se han hecho; señalo dos: una encuesta realizada en Noviembre de 2011, por la Federación de Mujeres Progresistas a una muestra de 1.300  jóvenes,  señala que el 80% de los jóvenes de entre 14 y 18 años piensan que en una relación de pareja, la chica "debe complacer" al chico y éste tiene la obligación de protegerla.

   Otra encuesta del CIS realizada en el año 2015 entre jóvenes; para un 33% de los encuestados la violencia de control es inevitable o al menos aceptable, para estos es normal controlar que amistades tiene su pareja, vigilar su móvil, impedir que vea a su familia, y un largo etc… A la vista de lo que aparece en las dos encuestas resulta que los mayores de 40 años son menos machistas

    Estos resultados dan que pensar, pues estos jóvenes, que han nacido en un régimen de libertades y están recibiendo constantes mensajes contra la violencia de género, sorprende que se pronuncien  de la forma descrita, lo cual resulta preocupante.

   Pero no hay que extrañarse, todavía se siguen difundiendo en los medios  los modelos machistas, películas como “Las 50 sombras de Grey” han tenido un gran éxito, se comentó en su momento que el número de mujeres que la habían visto superaba al de los varones.

    Además de esta hay otras películas semejantes, videos, novelas,.. y el prototipo de mujer que nos vende ya se sabe, todas ellas nos presentan la imagen de una mujer sumisa, sometida, etc.… no es extraño los resultados de las encuestas citadas

   Resumiendo la prevalencia del varón, que llevado a su extremo es machismo sigue presente, pues antropológicamente el instinto de dominio, según Adler y Jung, es una tendencia natural del hombre, así culturalmente la persona machista cree que el dominio del hombre sobre la mujer es algo natural e inevitable, y se manifiesta con sociedades patriarcales o sin ellas

 

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