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La deuda española


El significado de la célebre fábula de Esopo (siglo VI a. C.) “La zorra y la liebre” lo podemos extrapolar a la situación por la que atraviesa actualmente España y otros países de Europa y del resto del mundo. Este breve relato nos dice: Un día dijo una liebre a una zorra: ¿Podrías decirme si realmente es cierto que tienes muchas ganancias y por qué te llaman la ganadora? Si quieres saberlo -contestó la zorra- te invito a cenar conmigo. La liebre aceptó y la siguió hasta el interior de su madriguera, pero al llegar a la casa de doña zorra comprobó que no había más cena que la misma liebre. Entonces dijo ésta: ¡Al fin comprendo, para mi desgracia, de dónde viene tu nombre: no es de tus trabajos sino de tus engaños! Por consiguiente, nunca te dejes embaucar por los tramposos, pues caerás en sus redes y perderás tu libertad y tu ansia de vivir una vida con sentido.

Tras leer la fábula de Esopo, cualquier hombre de bien se pregunta: ¿quiénes son los culpables de la actual deuda española? La respuesta es bien sencilla: Los culpables de dicha deuda son la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE), liderados por Alemania, bajo los auspicios del Club Bilderberg (Angela Merkel es miembro de dicho Club) y con la complicidad del gobierno de España. Evidentemente, la deuda de los bancos y la de las grandes empresas que nos roban, es decir, las que tienen a cualquier ciudadano de bien en estado agónico, las tiene que pagar el pueblo español (trabajadores, desempleados, pensionistas…). ¿Qué camino han escogido nuestros políticos para saldar, en lo posible, las deudas que estrangulan a estos entes: la creación del “banco malo”, es decir, un procedimiento legal que convierte la suma de todas las deudas privadas en públicas y, por ende, se han de liquidar  con dinero público, con dinero del hombre de buena voluntad que valora y respeta la dignidad, los valores, el potencial humano… de la persona que se preocupa en  transparentar y purificar el agua turbia, cenagosa, de esta época de la vida.

Por consiguiente, los desmanes económicos y financieros de quienes  expolian al honrado ciudadano, quien en nada contribuyó para que exista la actual deuda devastadora, letal, sino que la padece con los “recortes” económicos (salarios, subvenciones sociales, congelación de pensiones…), con el incremento de horas lectivas a los trabajadores, con el aumento del IVA, con el cierre de las puertas a nuevos contratos y puestos de trabajo, con el despido libre…, todo pensado y activado por el gobierno de España en connivencia con la UE, el FMI y el BCE, los han de pagar la mayoría de los miembros honrados, políticos y no políticos, de la sociedad española.

Si a esta deuda le añadimos los despilfarros de la amplísima clase política, los desmesurados e innecesarios gastos del Gobierno central, de los diputados y senadores, de las Comunidades Autónomas (con sus respectivos ayuntamientos, diputaciones, delegaciones…), las mil y una triquiñuelas de la Banca y de las empresas públicas y privadas para acrecentar su superávit, aunque manifiesten públicamente lo contrario…, la situación actual de España machaca y tritura a quienes nada tienen que ver con las políticas que llevan a cabo los zorros del PP, PSOE, etc. Es evidente que la inmensa mayoría de la ciudadanía española no cree que España esté endeudada, sino que el origen del mal que la tiene moribunda se encuentra en el ansia de robar y de enriquecerse de ciertos dirigentes políticos españoles, así como de otras naciones e instituciones europeas y de otros países del mundo (EE UU, China, Japón…), maestros todos en el arte de mentir, ya que “si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”, incluida por Goebbels en uno de los once principios (el de orquestación) de la propaganda nazi.    

 

 

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