La robótica

    Hace poco apareció una noticia que informaba que en el aeropuerto de Narita, en Tokio, un robot con aspecto humanoide recibe a los visitantes del aeropuerto y realiza cambio de moneda.

    Le han puesto de nombre Nao y está programado para realizar gestos, mover los ojos e imitar el movimiento de los humanos con la finalidad de producir una sensación agradable a los viajeros.

    Otro robot está en fase de pruebas en el aeropuerto de Haneda, también en Japón, su misión es informar a los viajeros sobre los horarios de embarque y las medidas de seguridad.

    Desde hace ya algunos años los robots van sustituyendo paulatinamente a los trabajadores, no hace falta ir a Japón, si llamamos a un hospital, centro comercial importante, compañía de seguros, operadora telefónica, etc, la telefonista que había en el mismo ha desaparecido, se ha digitalizado el puesto,  la sustituye una maquina que al descolgar el teléfono nos va dando opciones según las necesidades.

   Los llamados robots industriales realizan trabajos en empresas de automoción,  manufacturas, bienes de consumo, limpieza de residuos tóxicos, minería, etc... Incluso ya se está hablando en Japón de robots que puedan hacerse cargo del cuidado de personas de edad avanzada.

  Los usos en el campo militar son muy amplios, tenemos noticias por ejemplo de cómo aparatos de diversos tipos, sin piloto, realizan acciones militares con gran éxito.

  Este verano dos de mis nietos han asistido a un curso de iniciación en robótica, cambie varias veces impresiones con el profesor que impartía el curso y ya me señalaba lo que empieza a ser una evidencia, en un periodo, entre diez y veinte años, los robots habrán alcanzado una gran generalización en las sociedades desarrolladas, determinados oficios desaparecerán como consecuencia de su uso, a la vez aparecerán otros nuevos que desconocemos actualmente.

  Todo ello puede implicar que serán necesarios menos trabajadores y posiblemente aumentará el paro o por el contrario, con la aparición de nuevas profesiones, se compensara de alguna forma.

. Históricamente sabemos que cuando Singer inventó la máquina de coser tuvo una gran oposición de las costureras que hacían el trabajo a mano, sin embargo después se vieron los beneficios derivados de su uso.

   España de cara al futuro tiene muchos retos y deberá realizar cambios a todos los niveles,  estas cuestiones las deberían ir pensando los políticos, pues se va a producir una gran transformación en nuestra sociedad, pero visto parte del “material humano” que tenemos en este campo, tengo muy serías dudas que ni siquiera se lo estén planteando.

   Los futuros ministros o consejeros de industria y trabajo, deberían irse informando de estas nuevas tecnologías, los campos donde van a alcanzar mas desarrollo y estudiar las implicaciones que pueden tener en el ámbito laboral.   

    Si se ha interesado algún líder sindical manifestando que debería abonarse la cuota de la Seguridad Social correspondiente al puesto que ha sido sustituido por una maquina, resulta curiosa su propuesta

    Europa, además del problema generado por los países emergentes, a donde se han marchado las multinacionales para abaratar costos, pues una manufactura fabricada en estos países cuesta como mínimo cinco o seis veces menos que las realizadas en nuestra comunidad europea, se le añadirá poco a poco el gran desarrollo de la robótica y la digitalización.

   No hagamos lo que hicieron las costureras inglesas cuando apareció la máquina de coser, sino desarrollemos soluciones imaginativas para compensar o paliar las consecuencias que se deriven. Habrá que exigir a los políticos que se impliquen en el estudio y resolución de estos problemas que pueden afectar a los ciudadanos, aunque los últimos acontecimientos ponen en evidencia que la sociedad va por un lado y bastantes políticos por otro, viven en otra onda.

   Ya se hacen cursos de robótica para niños y jóvenes, las carreras que desarrollen este campo tendrán más salidas profesionales, la globalización, una vez más, influirá considerablemente en su extensión por el mundo. Preparémonos para lo que viene.