Leo en la Razón digital: García-Page acuerda con Podemos reducir la financiación de la educación concertada.
¿Y quiénes son estos señores para tomar decisiones que atentan a derechos fundamentales? Me pregunto.
Con el eufemismo “educación concertada” se refieren a colegios de propiedad privada con los que, la Administración del Estado, ha contratado el pago del gasto que devengue la ocupación, por un escolar, de una plaza en esos colegios.
El artículo 27 de nuestra Constitución propugna, entre otros derechos y libertades, el de la educación y libertad de enseñanza. En el apartado 6, la de crear centros. Asimismo obliga a la enseñanza básica que ha de ser gratuita. Lo que no dice la Constitución es la naturaleza de la propiedad de los centros donde ha de impartirse esa formación básica y gratuita.
Aunque la Constitución lo asevere así, nada es gratuito. No supondrá coste directo al alumno o a sus padres pero sí a todos los ciudadanos que sostienen con sus impuestos el ejercicio de tales derechos.
La concertación fue la triquiñuela administrativa de la que se valió el Estado para dar cobertura al derecho a la educación que no podía atender desde los colegios de titularidad estatal y de paso, ahorrarse una buena tajada al ser más barata la plaza escolar concertada que la no concertada.
Los padres que eligen tal tipo de enseñanza tienen, además de sus impuestos, otro complementario que debe suplir la cicatería administrativa con los centros concertados.
Intentar ahogarlos retirándoles el importe mezquino de la plaza escolar constituye una conculcación de los derechos de aquellos que eligieron tales colegios para sus hijos. Y además a la libertad de los titulares para la creación de centros.
La pretensión de bloquear el ejercicio de ciertas libertades manifiesta un pensamiento totalitario por mucha invocación democrática que se avente.
Manipular la educación es lo propio de un pensamiento sectario, cercenador de libertades, que no es capaz de ofrecer ideas fuertes que ayuden a resolver los problemas educativos generados en una sociedad cambiante, complicados innecesariamente con decisiones políticas derivadas de rechazos viscerales.
La gobernación que se está cociendo en las sartenes parlamentarias no inspiran confianza, más bien la intuición de que nuestras libertades sean cercenadas.
Y los padres de los escolares impasibles. Quejarse después será inútil.
Manuel Rodríguez
Gracias Sr. Díaz por ampliar, con datos, lo que es evidente. Los padres que tienen la oportunidad de elegir la enseñanza en colegios privados, bien por concierto o pagando, eligen. Y supongo que saben lo que hacen. Lo malo es que han de pagar un impuesto complementario que podrían dedicar a otros consumos.
Como tantas veces he manifestado y repito una vez más, la educación en España daría un vuelco si la Administración quitara sus zarpas de ella y se rigiera por los principios de libertad: Libertad de creación de centros. Libertad de los padres para elegir centro. Libertad de educación: diferenciada, mixta o en su domicilio. Incluso libertad para elaborar los currícula y un largo etcétera de libertades.
Estoy seguro que en breve volverán a a doblar las campanas por la última ocasión perdida. Gracias de nuevo y un cordial saludo. MR.
Miguel Diaz Alcaraz
Lleva Vd. toda la razón, el deseo de ahogar económicamente a los colegios concertados no es más que una muestra de sectarismo y un atentado a la libertad de educación de los padres.
Hay un informe muy interesante que ha hecho hace poco UNIR(Universidad Internacional de la Rioja) del último informe Pisa, toca una serie de apartados, entre ellos los resultados escolares de los Centros públicos y los concertados o privados y señala que los alumnos de 15 años de los colegios privados obtienen una puntuación media de 517 puntos mientras que los de los públicos obtienen 489 puntos, es decir 28 puntos menos.
Se ha buscado un igualitarismo absurdo, en nuestro país el criterio de admisión en los colegios en un 67% es el de la residencia, en países muy por encima en resultados que nosotros el criterio es el expediente académico del alumno, esto ocurre porque en nuestro sistema educativo no se destaca la excelencia y así nos va.
¿Se busca con la desaparición paulatina de los centros concertados para igualar por abajo?, no lo sé, parece que sí; lo que a mi juicio hay que hacer es crear un sistema educativo que permita que las diferencias entre unos y otros centros se minimicen, pero no eliminar al que obtiene mejores resultados.
Estas medidas, como otras que se suponen “progresistas”, por ejemplo el impuesto de sucesiones en nuestra Comunidad, que ha propiciado que la gente con recursos se empadrone en otras comunidades; a quien más perjudican son a los que tienen menos recursos, que se tendrían que ir a la enseñanza pública si eliminan la subvención, los más adinerados pagaran los costos de los centros privados de sus hijos y seguirán las diferencias