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El caso Espinar, ‘pincha tela’ en PODEMOS


Estos son hechos conocidos.

Sale en marzo de 2010 a la venta una promoción de pisos de VPO en Alcobendas por parte de una promotora de CCOO, una tal Vitra. El 15% de esa promoción no va a sorteo, sino que se reserva para "clientes elegidos" y `casualmente´, se le ofrece uno de ellos a un tal Ramón Espinar que ni vive, ni está empadronado en Alcobendas; de profesión estudiante  (con beca de 500 lauros ) y sin oficio ni beneficio. El tal Espinar, tieso como la mojama (según afirma y sin pruebas que lo acredite) le pide prestados a su padre, Ramón Espinar Gallego, que por cierto en aquella época, en representación de CCOO  (otra casualidad) pertenecía al consejo de Caja Madrid y está imputado en el caso de las tarjetas black, como digo, le pide prestados 60.000 leuros (diez millones de ptas.) para dar la entrada, el resto hasta 146.000 le concede una hipoteca el BBVA. No revela si alguien le avaló, porque, siendo estudiante y sin ingresos, seguramente alguien daría la cara por él en el banco y más en 2010, en plena crisis, cuando un banco no daba la hora ni abriendo una cuenta.

"Casualmente" (de nuevo) dos o tres meses después suben los módulos de las VPOS de la Comunidad de Madrid y el tal Espinar que ni ha estrenado el piso, (no se sabe si en esos meses pisó Alcobendas) pide autorización a la Comunidad y vende la vivienda en noviembre de ese mismo año por 176.000 euracos. 

Se supone, que devolvería los sesenta mil a su padre para que los vuelva a meter en el cerdito de la hucha, (no sé si el cerdito era de color black), quitaría la hipoteca, (el avalista respiraría de alivio) y se embolsa 30.000 del ala por la jeró, gracias a que "ha dado un pase" (así se llama en términos inmobiliarios a especular a corto con un inmueble) con un piso de VPO, esos que se construyen para gente necesitada y no para especular gracias a que hay una subida de precios consecuencia de nueva valoración de módulos. No se sabe tampoco el grado de información que tenía el tal Espinar para meterse en una operación como esta de especulación pura y dura, con el agravante de la asignación a dedo del piso por ser "cliente elegido". Todo mu raro, raro, raro que diría el papuchi.

Un caso más de presunto uso de información privilegiada y corrupción para dar "un pelotazo” de libro. No tendría mucha importancia si no fuera porque el tal Ramón Espinar, hoy, es portavoz en el Senado por Podemos, portavoz en la comisión anticorrupción de la Asamblea de Madrid y aspirante a ser elegido secretario general de dicha formación en la capital del reino.

Según ha declarado él todo es legal, explicable, transparente y diáfano. La culpa de este escándalo y la filtración a los medios es de los poderes fácticos, la oligarquía y el IBEX, que son tos mu malos. Es decir, lo de siempre.

A estos de Podemos, les rascas un pelín el barniz por fuera  para llevarte la demagogia del discurso y empiezan a oler a podrido que no te veas. Es de esperar que haya más fondo de armario en el asunto, y nos enteremos si el tal Espinar, pagó los impuestos correspondientes, la plusvalía de los treinta mil etc., etc. Esto va a continuar, seguro.

 

 

 

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