Hace un año por estas fechas, un tal Tsipras quería comerse el mundo. Acompañado por un fulano calvo que andaba en moto chuleando y se vanagloriaba de que sabía mucho de Economía y de que iba a poner de rodillas a la Merkel a la altura de su bragueta, eran portada en todos los periódicos porque alardeaban, ambos, de ser la alternativa más válida para recuperar el estado de bienestar en Grecia.
Pablo Iglesias, el de Podemos, el que hoy quiere ser vicepresidente del próximo gobierno (cartera de economía incluida) se fotografiaba con Tsipras y alababa a Syriza y su forma de hacer política.<br />
Todos sabemos que pasó meses después. Merkel, la que se iba a poner de rodillas hizo que Tsipras se bajase los pantalones, para que la sodomización fuera menos dolorosa con vaselina en forma de billetes de euros. El calvo de la moto se largó (quien sabe dónde) y Pablo Iglesias, anda intentando quedarse con el PSOE por la cara como Tsipras se quedó con el PASOK hace años.
Mientras en Grecia, aquel que iba a recuperar el estado del bienestar está "haciendo recortes" que dejan en mantillas los ajustes que se han realizado en otros países, incluido el nuestro.<br />
Este es el estado de Grecia hoy. Tercera huelga general contra la reforma en las pensiones. Cocteles molotov incluidos contra la policía.
No sé si esto es lo que nos espera en España, pero yo no lo quiero.
Antonio J. Quesada
Querido amigo Luis, qué mejor compañía para pasear por Grecia que ir de la mano de Plutarco... Abrazos fuertes,