Finalizando el año dos mil veintiuno
Estaban esperando, atentos a lo que aconteciera. Y, de pronto, se iluminó la zona: había nacido un Niño. Con luces y canciones, la nueva fue anunciada. ("Amaos los unos a los otros"). Indiscernible el significado de aquel acontecimiento. Pero algo iba a cambiar, y cambió, en el mundo. Mas, ¿cuántos miles de años habrá que esperar para el cambio definitivo? ¿Cuándo el diente se convertirá en rumbón? ¿Cuándo la riqueza, la abundancia va a subdividirse hasta alcanzar a todos en la misma proporción? ¿Cuándo el ojo verá la luz y la verdad? ¿Alguna vez el corazón se percatará de los latidos de todos los demás humanos, hermanos? Con luces y canciones se continúa anunciando la nueva y estamos ya finalizando el año dos mil veintiuno y para tantos no pueden ir peor las cosas. A lo mejor, mañana, nace una Niña y en el mundo se doblan los motivos para encontrar la paz, la armonía, la igualdad, la fraternidad, la libertad. ("Cambiad el egoísmo por el altruismo").
Antonio García Velasco
https://agvelasco.blogspot.com/
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