Mujer constante
El fenómeno, peregrinamente producido, con inicio meteórico, fugaz, extraordinario comenzó a reportarle beneficios inusitados. Alguien habló de suerte extrema. Pero se lo había ganado con paciencia, constancia y esperanza renovada día tras día. La gente comenzó a envidiarla. Y, con la envidia, surgió la murmuración: "Se ha liado con un millonario y le está sacando los dineros".
En una rueda de prensa, ella comentó:
—Lo he conseguido cuando menos lo esperaba. Aunque llevo muchos años buscándolo sin descanso.
Su invento-descubrimiento, ciertamente, se inscribía entre los más trascendentes para el bienestar de la humanidad y, por supuesto, repercutía en el incremento de su cuenta corriente.
Antonio García Velasco
https://agvelasco.blogspot.com/
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