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Buena gente y mala gente en política. En recuerdo a Antonio Vega


“En política, como en la vida, hay buena gente y mala gente. No desprecies a ninguno, de todos se aprende. Lo importante es reconocerlos”. Ese fue el único consejo que recibí hace ya una década de Antonio, cuando empezaba la historia con un grupo de vecinos para montar una candidatura verde para las elecciones municipales de 2011. Esas palabras salían de Antonio Vega, ya jubilado, paseando por la Vega de Santa Amalia con su sombrero de paja y la experiencia del que fue entre los 80 y los 90 alcalde de Alhaurín de la Torre.

Lo conocí cuando tenía unos 15 años, recién llegado al pueblo y me tocó llevar a su despacho en el antiguo Ayuntamiento las firmas recogidas en colegios e instituto para pedirle que no se talara un enorme pino y lo plantaran en la plaza del pueblo por navidad. Me atendió en su despacho entre sorprendido e intrigado y me dijo algo así como que realmente no lo habían visto hasta entonces como algo negativo pero que entendía que había que evolucionar y dar ejemplo.  Años después quiso el destino que la niña mas bonita del instituto, que resultó ser de su familia, se convirtiera en mi compañera de vida y volviéramos a encontrarnos en reuniones y acontecimientos familiares, donde a veces me recordaba esa anécdota.

Voy a echar de menos compartir con Antonio historias de nuestro pueblo, las anécdotas que contaba con una memoria prodigiosa para las fechas, nombres y detalles. Pero sobre todo lo que nunca terminaba de contar, pero decía con la mirada dando a entender. Porque un hombre sabio es mas valioso por lo que calla que por lo que cuenta.

Imaginen lo que guardaba el que fue protagonista del boom inmobiliario de los 80 en nuestro pueblo, el que se enfrentó al gobierno y a su partido para negarse a que instalaran una cárcel, el que lidió con los empresarios más poderosos y especuladores de la época y tuvo que convivir con mafiosos promotores y funcionarios corruptos que se acercaron a sacar tajada del cambio urbanístico y social del municipio.

Antonio estaba escribiendo, en esos papeles quedaran sus secretos. Nunca se sabrán muchas cosas. Y estoy seguro de que ahora mas de uno quedará tranquilo sabiendo que ciertas historias se van con el.

Ahora le llegaran los homenajes y algún reconocimiento, que debía haberle llegado antes por lo que hizo. Antonio fue el alcalde que cambió Alhaurín, con el empezó todo lo que ahora es esta gran ciudad. Con errores y aciertos, pero siempre con la idea de estar haciendo lo mejor para su pueblo.

Pero mas allá de lo que hizo, justo es que los que tuvimos la suerte de conocerlo, reconozcamos a la buena persona que había detrás de ese Alcalde.

Juan Manuel Mancebo Fuertes

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