El Copo. Sánchez versus Gabilondo
De aquí a nada comienza la campaña electoral de la Comunidad de Madrid en la que, según encuestas al canto, Isabel Ayuso (PP) se encuentra muy cerca de obtener la mayoría absoluta o con la posibilidad de conformar gobierno con Vox o Ciudadanos, si este último obtuviese el ansiado 5% del voto emitido.
Siendo importante este dato, no lo es menos que Gabilondo el “soso”, según su propia autodefinición, se lo ha puesto facilísimo a la dama en cuestión.
Y lo digo, porque el exmonje se ha definido también como “serio y formal”, o esa: comprometido con la palabra dada. Y su palabra ha sido que con este Pablo Iglesias no va ni a la vuelta de la esquina; lo que hace suponer que no pactará con el exvicepresidente del gobierno de la nación española; ello no impide que la pareja de Irene Montero vote a quien estime conveniente.
El buen hombre, me refiero lógicamente a Gabilondo, ha prometido también no subir los impuestos de la Comunidad madrileña; estupendo guiño al electorado para conseguir un buen puñado de votos.
Sin embargo, he aquí que el “trolero” mayor del Reino, Pedro Sánchez, ha dejado de forma clara y vehemente que subirá los impuestos de patrimonio y de herencia, impuestos que en Madrid son viruta de la buena.
Si todo este brebaje se coloca en una buena coctelera, agitada al ritmo del “negro zumbón”, podría otorgar a la bienaventurada Isabel Ayuso una victoria sin parangón en la historia contemporánea.
La antigua Federación Socialista Madrileña (FSM), hoy PSOE-M, históricamente ha sido una de las agrupaciones más preparadas y díscolas con el aparato socialista liderado por Felipe González; a ella pertenecieron los míticos Pablo Castellano y Luis Gómez Llorente, nada que ver con lo que actualmente concurre en calle Ferraz.
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