Peligros, patria querida

El Victoria Kent vuelve a la tierra que le trajo la gloria hace unos meses. La temporada había sido dura, complicada y francamente difícil. El equipo, como este año, lo pasaba mal fuera de casa. Apenas se conseguían puntos y llegaba una oportunidad única: penúltima jornada y visita a Peligros. Los granadinos, aunque no se jugaban nada, no lo iban a poner fácil. Y así fue, pero el conjunto alhaurino, que tenía una última oportunidad en El Limón siete días después, no quiso procrastinar más la permanencia y logró el objetivo en la ciudad de la Alhambra (1-3).

Ahora toca volver allí. La situación es bien diferente, que no peor. Se puede decir que bastante mejor, incluso, a posteriori. Porque el equipo de Víctor llega a Peligros con ocho puntos de ventaja respecto al penúltimo clasificado, Alcalá, y diez más que el último, que es Bujalance. Si bien la permanencia es matemáticamente imposible de conseguirla el sábado (18:30 horas) porque es la jornada 17, queda claro que el golpetazo de efecto que el Kent le daría a la liga y, en concreto, a la parte de abajo, resonaría, incluso, en los otros cuatros de la Segunda División B.

Es distinto el panorama también para el conjunto que dirige Ramón Balboa. Sexto -con un partido menos- y a siete puntos del tercer puesto y, por tanto, de participar en la competición copera. Cádiz y Coineña empatan a 27 mientras que Melistar (24) se entromete entre estos dos y Peligros, que viene de caer por 5-1 contra El Ejido 2012, el líder de la categoría, pero que no perdía desde el 1 de diciembre en el encuentro disputado, precisamente, ante el cuadro gaditano (3-4), con triunfo anterior incluido frente al Unión África Ceutí (7-4), segundo clasificado y uno de los principales candidatos al título.

Los de Víctor Quintero afrontan el partido en el mejor estado anímico de lo que llevamos de campaña. Nueve de los últimos doce puntos posibles y dos triunfos consecutivos, aunque es cierto que todos -incluidos los otros tres y el empate- se han conseguido en Alhaurín de la Torre. No es mal momento, sin duda, para poner fin a la sequía a domicilio, donde aún el conjunto amarillo no sabe lo que es sonreír. Y qué mejor lugar que aquel donde se logró la permanencia en abril. Peligros, patria querida, allá vamos de nuevo.