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La mujer que desconocía su embarazo


Se ha podido conocer, por diferentes medios, la noticia relativa a una mujer de Málaga que ha estado embarazada sin saberlo. Finalmente, tuvo a dos gemelas, que están perfectamente, pero ella ha necesitado mantenerse ingresada durante un tiempo para recuperarse.

Ciertamente, resulta inverosímil todo lo ocurrido. Teóricamente, es fácil para una mujer o para sus familiares o amigos deducir, más tarde o más temprano, el embarazo, por signos tan distintivos como los cambios físicos y hormonales que causa, existiendo también la posibilidad de que un médico termine descubriendo la circunstancia con algunas pruebas. Sin embargo, la joven no llegó a pensar en esa posibilidad.

Mucha culpa tuvieron varios médicos, que, tras ver varias veces a la protagonista de la historia, no llegaron a conclusiones que pudieran vincular a la chica con un posible embarazo. Resulta extraño, pero así fue, a pesar de los numerosos medios técnicos que, actualmente, sirven para detectar y seguir el desarrollo de eventos biológicos complejos que afectan a las personas, como ocurre en el caso del embarazo.

Ahora se han iniciado actos de investigación para determinar la posible existencia de delitos cometidos por los médicos que no fueron capaces de descubrir el embarazo. Las posibilidades son diversas.

Parece que, afortunadamente, las hijas de la afectada están, en la actualidad, en perfectas condiciones, así que, de momento, no es posible atribuir a los médicos la comisión de un delito de lesiones al feto por imprudencia grave del artículo 158 del Código Penal. Sin embargo, no se puede decir lo mismo al hablar de la madre.

La mujer, tras dar a luz, fue ingresada. Las complicaciones generadas por la falta de previsión en lo que se refiere a la detección del embarazo por la falta de diligencia de los médicos, que por lo visto, no llegaron a respetar el protocolo, pueden haber causado lesiones por imprudencia grave, que generan responsabilidad penal y responsabilidad civil.

El artículo 152 del Código Penal distingue varias clases de lesiones por imprudencia grave según el resultado, pero puede destacarse que, además de las penas correspondientes, se impondrá la de inhabilitación si hubiera imprudencia profesional. Además, debería existir una condena para el pago de una indemnización a la joven afectada y a sus familiares, por todos los padecimientos físicos y psíquicos sufridos, que le pueden haber llegado a generar miedo y confusión. El abono de la cantidad puede reclamarse a los médicos, aunque es mejor opción pedirla a la Administración Pública por los fallos de sus agentes, conforme a la Ley 40/2015, ya que los particulares tienen derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes por toda lesión que hayan sufrido en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos salvo en los casos de fuerza mayor o de daños que el particular tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la ley.

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