Publicidad

El agujero negro de Canal Sur


Canal Sur recibirá 12 millones de euros mensuales durante el año 2017. Esas cantidades de dinero, como puede comprenderse fácilmente, va a proceder de los presupuestos autonómicos de Andalucía, que determinan cuáles son los gastos y las cuantías de los mismos que deben financiarse con el dinero público que debería destinarse a los andaluces.

La noticia se ha podido conocer por el diario El Mundo. La información, ciertamente, no es novedosa, pues se ajusta a lo ocurrido durante los últimos años, en los que se ha inyectado en Canal Sur dinero que podría haberse destinado a labores más relevantes para el bienestar de los ciudadanos.

Muchos recortes presupuestarios se han hecho para reducir las inversiones en las actividades sanitarias y educativas de Andalucía. Sin embargo, nada se habla de los mismos en Canal Sur, una cadena de televisión pública con escasa importancia pero con una buena financiación, que solo sirve para comunicar los mensajes que el Gobierno autonómico quiere imponer y para emitir programas que, en muchas ocasiones, se han criticado, por importantes motivos, desde otras Comunidades Autónomas.

Es cierto que se permite la existencia de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España. Sin embargo, el artículo 31 de la Constitución Española establece que el gasto público realizará una asignación equitativa de los gastos públicos y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía. Lo kafkiano es que Canal Sur no resulta eficiente y, económicamente hablando, traga dinero como un agujero negro absorbe la luz, sin que se pueda comprobar la función social de la cadena.

Cerrando Canal Sur y reasignando las partidas presupuestarias que se adjudicaban al medio de comunicación, se podrían resolver muchas cuestiones preocupantes. El problema es que esa opción es la menos agradable para los pocos que, directa o indirectamente, se ven beneficiados por una cadena que, realmente, perjudica a una gran cantidad de ciudadanos.

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.