Publicidad

Culmina la primera fase del gran plan para la puesta en valor del BIC de Torrealquería


El Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre ha concluido la primera fase del proyecto para la recuperación y puesta en valor de la histórica torre nazarí de Torrealquería y todo su entorno, una zona catalogada como  como BIC (Bien de Interés Cultural) de acuerdo con la Ley de Patrimonio Histórico Español.

El alcalde, Joaquín Villanova, ha visitado este emblemático monumento, uno de los más antiguos del municipio, tras las obras de consolidación, mejora y protección que ha encargado la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico que dirige Marina Bravo.

Villanova se ha mostrado satisfecho con el resultado de estos trabajos y ha recordado que se trata de la primera etapa de un ambicioso plan municipal en torno a este histórico lugar, conocido como Cortijo Mollina, donde se han hallado yacimientos con numerosos vestigios de civilizaciones pasadas, desde romanos a musulmanes, y conocido también por ser el sitio en el que fueron apresados el general liberal José María Torrijos y sus compañeros en el año 1831, un episodio fundamental en la España del siglo XIX.

La finalidad es proteger todo este entorno de gran importancia para Alhaurín de la Torre, todo ello dentro del plan del equipo de gobierno que dirige Villanova para mejorar la conservación del patrimonio monumental y arqueológico y difundir la cultura y la historia local.  

Las primeras obras han consistido en una intervención de urgencia en la torre, que presentaba un deficiente estado, para garantizar su conservación, evitar la aparición de futuras patologías en la estructura, eliminar elementos y añadidos inadecuados y avanzar en su conocimiento. La inversión ha rondado los 90.000 euros.

Situada en un lugar geográfico clave, desde donde se divisa buena parte del Valle del Guadalhorce y la Bahía de Málaga, la torre es el vestigio más importante que se conserva de una zona de gran riqueza arqueológica, ya que todo lo encontrado hasta la fecha hacen pensar en la existencia durante muchos años de una población estable.

Se trata de una estructura muy representativa de la arquitectura militar nazarí típica del siglo XIV (aunque no hay certeza sobre la fecha exacta de su construcción) y que jugaba un papel clave en la defensa de todo el emplazamiento como avanzadilla del castillo de Cártama, el cual no tenía vistas al mar, como sí sucede en Torrealquería.

El proyecto ha sido redactado a través de la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico y salió a concurso tras la correspondiente autorización de la Junta de Andalucía, un trámite obligatorio debido a la catalogación de BIC. Es un tipo de construcción de naturaleza defensiva que era habitual en los campos andalusíes de la época y que se asociaban a núcleos rurales establecidos en alquerías.

Servían no solo para ofrecer unas adecuadas garantías de vigilancia, sino también para proteger a los campesinos en caso de peligro. La torre presentaba diversos problemas fruto del abandono y el estado degradado de la fábrica, lo que justificaba esta intervención. La fortificación dejó de tener uso defensivo desde la Edad Moderna, cuando pasó a desempeñar tareas relacionadas con la explotación agrícola en la que quedó integrada. Una vez que finalizó esta actividad, quedó abandonada y en estado de ruina, debido también al expolio y la reutilización de sus restos como material constructivo.

Las obras, que fueron adjudicadas a la empresa Salmer Cantería y Restauración, han incluido el desbroce general y limpieza de la vegetación parásita, el saneado puntual de las fábricas de mampostería y ladrillo, la eliminación de sustratos superficiales y morteros con sistemas poco agresivos y la reconstrucción de elementos precisos donde existían oquedades, entre otros trabajos.

Esta obra se suma a actuaciones arqueológicas impulsadas por el Ayuntamiento a través de la Concejalía de Patrimonio, entre ellas el descubrimiento de una antigua necrópolis, el hallazgo de lo que se cree que en su día fue la desaparecida Capilla de Santa Ana de Torrealquería y otras excavaciones que sirvieron para sacar a la luz la planta de una antigua vivienda y piezas de cerámica o de pulseras.

La intervención propició hace unas semanas que la asociación Hispania Nostra, entidad sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública y con más de 40 años de experiencia en la defensa del patrimonio cultural en España, decidiera sacar a este monumento de su Lista Roja, donde incluye aquellos elementos en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial en toda España.

FUTURO AUDITORIO Y CENTRO DE INTERPRETACIÓN

Durante la visita, el alcalde, Joaquín Villanova, ha aprovechado para adelantar algunas de las medidas que se plantean en las futuras fases de este proyecto de puesta en valor. Entre ellas, ha destacado la rehabilitación de los restos del antiguo cortijo (justo al lado de la torre) para convertirlo en un centro de interpretación y la creación de un auditorio al aire libre.

La idea es aprovechar el desnivel existente y la propia torre como telón de fondo, en un espacio que cuenta con unas vistas privilegiadas como marco inmejorable para representaciones o recreaciones históricas. Para ello, se intentará tramitar cuanto antes los necesarios permisos con la Delegación de Cultura de la Junta, al tiempo que se redactan los proyectos que incluyan la restauración definitiva de la torre y, también, una mejora de los accesos y del propio parque donde se encuentra el BIC.

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.